Reconozcámoslo: hay razas de perros que tienen la capacidad de conquistarnos a primera vista y, sí, para nosotras una de ellas son los
caniches.
Y es que ese pelaje rizado, ese porte distinguido y su extraordinario carácter, los convierte en una opción perfecta para conquistar a cualquier amante de los peludos.
El origen del caniche
Una de las curiosidades más interesantes sobre esta raza es su origen, que se remonta a
siglos atrás en Francia y Alemania.
El caniche fue criado inicialmente como perro de agua para la caza de aves acuáticas, pero su inteligencia, belleza y porte elegante lo convirtieron en uno de los favoritos de la aristocracia europea.
Su popularidad fue tan grande que incluso llegó a ser el perro de compañía de nobles como
Luis XVI y otras figuras de la realeza.
Con el paso del tiempo, se fueron desarrollando diferentes tamaños de caniche (toy, miniatura, mediano y grande), adaptándose así a todo tipo de hogares y familias.
El tamaño
Si el caniche está entre vuestros elegidos para llevar a casa, hay ciertos aspectos a considerar, como su
tamaño.
Lo maravilloso es que esta raza se adapta a todo tipo de espacios, ya que existen variedades como el toy (hasta 28 cm), miniatura (28–35 cm), mediano (35–45 cm) y estándar (45–60 cm).
Así que, vivas en un piso pequeño o en una casa amplia, siempre habrá un caniche ideal para ti. Eso sí, todos ellos tienen en común su carácter alegre, su inteligencia sobresaliente y su enorme capacidad de adaptarse a la vida familiar.